

Todos le tenemos miedo a las pesadillas… pero hay que tenerle más miedo a los sueños felices, porque es de eso de lo que no queremos despertar. Si sos optimista, un realista te resulta pesimista. Vivir soñando es como tener una tarjeta platino sin límite, y que nunca te llegue el resumen. Si alguien te despierta cuando estás teniendo una pesadilla, se lo agradeces. Pero si alguien te corta un sueño feliz, lo querés matar ¿o no? Somos cenicientas que borramos el número doce de todos los relojes, para que nunca se haga medianoche y la carroza no se nos haga zapallo. Claramente, todos odiamos al despertador, pero qué sería de nuestra vida sin él ¿no? ¿Qué despierta un despertador cuando te despierta? Tus sentidos ¿no?. Salís del sueño y empezás a ver, a escuchar, a oler, a sentir. Para poder despertar primero hay que desearlo. Luego intentarlo. Y después dejar que ocurra. Mis amigas me preguntaban ¿Qué te pasa? Y yo les decía… “estoy re dormida”. Sin dudas, necesitaba un despertador….
De mi espalda un reloj donde tus dedos son las agujas que dan fuerza a este motor , que es la fuerza del corazón. Y es la fuerza que te lleva,, que te empuja y que te llena , que te arrastra y que te acerca a Dios. Es un sentimiento ,casi una obsesión , es algo que te lía la descarga de energía , que te va quitando la razón ; te hace tropezar y te crea confusión.

Un par de ojos negros te pueden
robar la ilusión y no hay cura ni
remedio que te haga ver mejor. En un
rincón de las sierras, donde arden las
estrellas, dejé mi herida abierta en un
valle de penas. Casi sin darte cuenta
se te puede enfermar el corazón,
cuando uno menos lo espera,
el veneno ya está en
tus venas.
Yo corrí desesperado, sentí el ardor de una herida abierta; estaba el ángel ahí tirado y en sus ojos habló la tristeza. No me mires así, Dios me ha hecho para caer. Y no sientas pena por mí, tal vez vivir cueste el pecado. Y si todo lo soñado no vive en la realidad, es el ángel que te cuida el que ves caído acá.

Tenés la receta justa para hacerme sonreir y todo el tiempo sabés lo que me asusta.
Nadie como tú para hacerme reír. Nadie como tú sabe tanto de mí. Nadie como tú es capaz de compartir mis penas, mi tristeza, mis ganas de vivir. Tienes ese don de dar tranquilidad, de saber escuchar, de envolverme en paz. Tienes la virtud de hacerme olvidar el miedo que me da mirar la oscuridad. Solamente tú lo puedes entender y solamente tú te lo podrás creer. En silencio y sin cruzar una palabra, solamente una mirada es suficiente para hablar. Ya son más de veinte años de momentos congelados en recuerdos que jamás se olvidarán.

Naturaleza Emotiva: Vehemente. Se manifiesta en la expresión artística, las cosas del honor y las del humor. Ama el color, las proporciones y el ánimo alegre. Le gusta sentirse complementado.
Naturaleza Expresiva: Es exigente. Se expresa en forma original en la intimidad y en la integridad. Se distingue por su delicadeza. Ama el buen criterio y el misterio. Busca la aprobación.


